29 Sep
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En los productos audiovisuales confluyen tres códigos: el lingüístico, el visual y el musical. A pesar de que el traductor trabaje directamente con el primero, es importante recordar que este se relaciona también con la imagen que aparece en pantalla, elemento que condiciona el proceso de traducción. Estos elementos presentan límites diferentes según la modalidad de traducción audiovisual. Las principales modalidades son: doblaje, subtitulación, voces superpuestas (voice-over) e interpretación simultánea de películas. 

Mis servicios se centran, especialmente, en subtitulación.


Subtitulación

Se trata de una modalidad de traducción que permite mantener el texto audiovisual en lengua original, aportando la traducción en lengua de llegada de forma escrita. Los dos elementos que más limitan la creación de subtítulos son la sincronización (la aparición de los subtítulos tiene que corresponder a la intervención vocal de los actores), y la limitación de caracteres en pantalla, debida a la velocidad de lectura del ojo humano. Para trasladar el discurso oral a la forma escrita el traductor tiene que disponer de buenas capacidades de síntesis y reformulación


Traducción para doblaje

Si en la modalidad anterior la banda sonora queda inalterada, en un producto doblado el texto oral se sustituye por otro en lengua de llegada. El aspecto que más caracteriza y limita este tipo de traducción es la sincronización labial y, en general, articulatoria. A pesar de tratarse de un trabajo en colaboración con otras figuras profesionales (adaptador, director de doblaje, técnicos de sonido, actores...), un traductor profesional debería tener en cuenta todas las etapas del proceso de creación del producto final, sobre todo por razones de eficiencia, calidad y puntualidad.



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